Chew

 Chew

Jonh Layman y Rob Guillory

Tony Chu es un detective con un secreto. Uno muy raro. Tony Chu es un Cebópata, es decir, obtiene impresiones psíquicas de todo lo que come. Por eso es un gran detective, mientras no le dé asco mordisquear el cadáver de una víctima de homicidio, para saber quién lo hizo y por qué. Acaba de ser reclutado por la División especial de crímenes de la F.D.A., la agencia de la ley más poderosa del mundo, para investigar los casos más estrafalarios, enfermizos e inexplicables.

Técnicamente no es un libro, es un cómic, pero Chew vale bastante la pena.

Como todos se podrán imaginar, para que a mi me agrade un cómic debe de ser bastante original, un tanto sádico o incluso un tanto morboso… (aclaro, utilizando la verdadera definición de morboso, no necesariamente algo con contenido sexual) pues bien, Chew tiene todos esos elementos y unos cuántos más que simplemente me han fascinado.

Ustedes, mis lectores, a lo mejor no lo sabían, pero yo no hace mucho que comencé a comer carne. Pasé, por diversos motivos, prácticamente toda mi infancia, adolescencia y parte de la edad adulta sin probar un solo bocado de carne y afortunada o desafortunadamente, tuve que cambiar mi dieta tanto por motivos personajes como de salud… ¿A qué va todo esto? Imagínate por un momento tener tu platillo favorito frente a ti… probarlo y ¡Boom! Ver frente a ti todo el proceso que tuvo el platillo, desde la muerte del animal hasta la última sazón pero… imagina algo más.. ¿Qué pasaría si durante su preparación alguien no se lavó correctamente las manos y también sientas el «sabor» de la persona que lo cocinó? o Peor aún.. ¡Puedas ver todos los lugares donde ha metido las manos antes de preparar el platillo! ¿Te seguiría gustando?

Con esa «maldición» el detective Tony Chu ha tenido que vivir desde su infancia, por lo que su dieta es prácticamente nula.. Ahora bien.. ¿Qué hacer con esa maldición? Nuestro «héroe» utiliza tu poder para dar un GRAN mordisco a varias víctimas… así es… cadáveres putrefactos, desperdicios de personas o incluso dar un pequeño mordisco a seres vivos para saber la verdad…

Verdaderamente es un cómic muy recomendable traído a México por la editorial Kamite (misma que resurgió de las cenizas de la ya muy vieja Editorial Vid), a mi desde el primer volumen me tiene encantado, por supuesto no es para todo público, si eres sensible o no soportas la idea de ver a alguien comiendo un cadáver, aparta tus ojos del cómic…

A mi perspectiva el primer Arco «Sabor a mí» merece 5 estrellas de 5, vale la pena, desde el estilo de dibujo hasta la trama y los giros tan bizarros de la misma.

Por cierto, una ligera reflexión… Técnicamente todos comemos cadáveres… Un pollo, una res, incluso vegetales inertes y sin vida, si lo analizan «Los Zombies comen seres con vida, nosotros comemos seres muertos… ¿Qué suena más terrible?»