Ready player oneReady Player One

Ernest Cline

Estamos en el año 2044 y, como el resto de la humanidad, Wade Watts prefiere mil veces el videojuego de OASIS al cada vez más sombrío mundo real. Se asegura que esconde las diabólicas piezas de un rompecabezas cuya resolución conduce a una fortuna incalculable. Las claves del enigma están basadas en la cultura de finales del siglo XX y, durante años, millones de humanos han intentado dar con ellas, sin éxito. De repente, Wade logra resolver el primer rompecabezas del premio, y, a partir de ese momento, debe competir contra miles de jugadores para conseguir el trofeo. La única forma de sobrevivir es ganar; pero para hacerlo tendrá que abandonar su existencia virtual y enfrentarse a la vida y al amor en el mundo real, del que siempre ha intentado escapar.

Tanto Ricardo de Eternamente en Tinieblas como Luis me recomendaron ampliamente «Ready Player One» y la verdad, simplemente por el hecho de enfocarse en un mundo virtual me agradó bastante.

Comencemos por la primera impresión. El libro nos describe un mundo un tanto «destruido», si bien, en ningún momento concreto nos especifica la situación actual mundial sabemos (por los pocos datos que aporta) que ya no hay mucho «mundo» donde vivir, aunque, si lo analizamos un poco desde el contexto psicológico del personaje y bajo mi perspectiva, probablemente el mundo real no fuera tan catastrófico como parece (Digo, gobiernos controlitarios, crisis económica, guerras en diversas partes del mundo, pobreza y hambruna… Suena una descripción actual no tan alejada de la realidad) al fin y al cabo la perspectiva de nuestro protagonista se centra en el hecho de «escapar» de su realidad.

Por azares del destino (que la verdad, se me hizo escena tipo «Dr. House» donde escuchas cierta frase y la respuesta se «ilumina frente a ti»), nuestro protagonista se integra de manera mucho más proactiva a la búsqueda del tesoro escondido del desarrollador de OASIS. La verdad, la trama con tan solo el hecho de mezclar de una forma impresionante elementos de videojuegos clásicos de los 80’s, con un personaje que permitirá a muchas personas identificarse, crean un libro que vale la pena leer.

Ahora bien la OASIS…

Sé que muchos saltarán al leer lo siguiente y a la vez sonará un tanto irónico pero… de todo el libro, la OASIS es el único elemento que no me agradó… Así es, por más impresionante que sea nombrada y por más “imaginación” que traté de utilizar, simplemente creo que el escritor no fue capaz de reflejar un mundo virtual tan impresionante como uno esperaría.

No me malentiendan, tampoco detesté la manera en que es descrita, sino simplemente bajo mi perspectiva, el autor tenía un universo de increíbles posibilidades en un mundo virtual que no supo aprovechar al máximo. De hecho, por más que luché por imaginarme los avatares de una forma diferente, en mi mente siempre los visualicé como una representación caricaturesca de la realidad muy semejante a los “MII” de hecho, por momentos sentí que en vez de describir un impresionante mundo virtual, describía partes del juego “Tomodachi Life”

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Por otra parte, y muy probablemente de forma no intencional, la manera en que describe la OASIS, como un sistema único centralizado para la autenticación de usuarios a nivel internacional, genera un mundo infinito de posibilidades para la violación a la seguridad de todos los usuarios. Es importante recalcar algo, no existe sistema infalible… Simplemente el tiempo que nos tomará atacarlo y localizar un hueco de seguridad, es el verdadero impedimento para aprovecharnos de algún sistema. Dando por hecho que la búsqueda por el tesoro dentro del OASIS, llevaba años, y tomando en cuenta la magnitud del premio, es fácilmente imaginable que una cantidad tremenda de personas se pudieron dedicar incansablemente a atacar los servidores centrales del mismo hasta localizar el (mal nombrado en mi perspectiva) “Easter Egg” si los diseñadores no realizaban actualizaciones (o por lo menos el libro hace caso omiso de ello) era completamente posible que lo encontraran en poco tiempo.

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En el caso de la OASIS, el escritor da por hecho que es un sistema virtualmente infalible dando una explicación escasamente factible de seguridad, incluso existe un momento donde viola de manera sorprendente un principio básico de seguridad, si un servidor maneja datos personales, contiene base de datos sensibles y tomando en cuenta la corporación que lo maneja (cuyo nombre no diré pues puede considerarse Spoiler) ¿Dejarían los puertos USB sin protección alguna? Es más, sin profundizar en el tema, el simple acceso físico a los servidores de bases de datos es ridículo, tomando en cuenta las posibilidades de nube (mucho más si lo comparamos con las características mismas de la OASIS) ¡Más aún! Un principio básico de bases de datos es la “Normalización” ¿De verdad crees que toda tu información se encuentra en un único punto? ¿Acaso robando UNA SOLA TABLA de una base de datos te apoderas de ella? ¡Imposible!

Recordemos algo “Si todo se encuentra conectado entra a un punto y tendrás acceso a todo” al fin y al cabo la OASIS era un videojuego y como tal, tuvo que ser programado, por lo tanto sin lugar a dudas existía el código ¿Me dirán acaso que llevaron años buscando y jamás nadie se molestó en buscar a nivel más bajo el código fuente? Citando a Rob Waugh, autor de la famosa publicación “We Live Security” “Las empresas informáticas son atacadas constantemente, eBay, Target o Neiman Marcus sufren miles de ataques día con día. Por supuesto, un ataque verdadero llevaría meses (…) Por ejemplo, la caída de Target comenzó con un correo electrónico a uno de sus contratistas de refrigeración… (un) ataque que supuestamente fue respaldado por el gobierno contra la planta Busehr iraní con el gusano Stuxnet creó mayor conciencia sobre lo débil que son algunos sistemas de control industriales, y las compañías energéticas están reaccionando, así como las redes de transporte. Un experto en phishing que es instructor en PhishMe dijo en el año 2013 que lo único que necesitaban los atacantes era un solo correo electrónico “con suerte” para lograr el “apagón” de las empresas energéticas…” ¿Me dirán acaso que en un futuro todo es infalible? ¿Incluso más que el ingenio humano?

No es posible… Siento decirlo de esta forma pero, la OASIS carece de elementos que aporten algo verídico o por lo menos factible en un futuro, es más, citando nuevamente a Rob “Algo tan simple como conectarse a una red Wi-Fi pública puede hacer que tus datos sean visibles en forma instantánea” ¿De verdad era de tanta sorpresa que encontraran a Wade?

Dejando a un lado toda mi lección de informática y de seguridad, el libro me agradó mucho, sobre todo por el poderoso mensaje que trae consigo, “Suelta tu mundo de fantasía, aléjate de la computadora un rato y ¡Vive!” Hay un mundo allá afuera que espera ser descubierto. No conocemos ni la mitad de los seres que habitan en nuestro mar, existen tantas personas, tanto conocimiento, tantos amigos que descubrir, tantas aventuras que vivir… Entiendo que vivir en un mundo, donde al abrir y cerrar los ojos podamos controlarlo suena fantástico pero, créanme cuando les digo que, el mundo tiene sus propias aventuras… así que por un día, una hora, unos minutos ¡Cierra el libro que traes en las manos! ¡Apaga la computadora! ¡Desconéctate o deja tu celular! Y ¡Vive!

Definitivamente 5 estrellas de 5.

comentarios
  1. BELSUS dice:

    Tu reseña me sorprendió de una manera extraña pues el haber planteado tanto conocimiento respecto a «seguridad informática» me hizo pensar en el libro de otra manera.
    (Ya había leído acerca de el en EET)
    Verás me encanta leer libros donde la trama está puesta en un mundo vitual pues te plantea el tener que ver el mundo de manera diferente, pero tu me abriste los ojos a una nueva forma de ver estos libros y te lo agradezco. En cuanto al libro espero encontrarlo está semana (ya me pico la curiosidad) y ver que tal. Buena reseña 😉

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